En el vasto horizonte de la Masonería colombiana, hay nombres que se graban con tinta indeleble en el libro eterno de la historia. Entre ellos, el de nuestro Gran Maestro Honorario Q:. H:. Mario Arango Jaramillo brilla con la intensidad de una estrella que guía, no solo por la firmeza de su palabra, sino por la coherencia de toda una vida dedicada a los ideales que fundamentan nuestro Arte Real: la libertad, la igualdad, la fraternidad y el progreso moral e intelectual de la humanidad.
El Q:. H:. Mario Arango ha sido —y sigue siendo— un incansable obrero en el Templo de la Verdad. Su labor no se limita a la palabra oral ni al ejemplo silencioso; se ha plasmado en obras literarias que son pilares de referencia para quienes buscan comprender la huella de la Masonería en la historia de Colombia. Entre ellas destaca Masonería y Partido Liberal: Otra Cara de la Historia de Colombia, texto que no solo documenta, sino que ilumina, desmitifica y reivindica el papel de la Orden en los procesos políticos y sociales de nuestra Nación.
Su aporte intelectual no es un ejercicio meramente académico; es un acto de amor por la verdad histórica y una ofrenda de servicio a la luz del conocimiento, que ha permitido a generaciones de masones y profanos acercarse a la esencia misma de nuestros principios. Cada página escrita por él es un puente que une el pasado con el presente, fortaleciendo la identidad de la Masonería antioqueña y colombiana.
En el plano fraternal, Mario Arango representa el ideal del masón íntegro: firme en convicciones, pero generoso en comprensión; crítico, pero siempre constructor; profundo en pensamiento, pero cercano en afecto. Sus palabras y su presencia han inspirado a innumerables Hermanos a levantar columnas de virtud y sabiduría, recordándonos que el verdadero progreso masónico se edifica sobre el trabajo constante, silencioso y perseverante.
Por ese vínculo de luz que el Q:. H:. Mario Arango Jaramillo encarna y proyecta, la Gran Logia del Departamento de Antioquia de A:. L:. y A:. M:. le tributa un reconocimiento sincero y afectuoso. No se trata solo de un homenaje a su trayectoria, sino de una expresión de gratitud colectiva, de un compromiso renovado para continuar su legado y de un testimonio de que su ejemplo seguirá iluminando nuestras sendas.
Hoy, sus Hermanos en la Orden reconocemos en él no únicamente al erudito y al historiador, sino al Hermano mayor que, con paciencia y constancia, ha cultivado en nosotros el amor por la verdad, la dignidad en el pensamiento y la fraternidad en la acción.
El reconocimiento que le ofrecemos es infinito, porque nace del corazón de todos sus Hermanos y se inscribe en el tiempo como un testimonio de que su obra y su espíritu seguirán siendo inspiración y guía para la Masonería antioqueña y colombiana