El pasado 17 de julio del corriente año, el Gran Maestro Álvaro Castaño Díaz, emitió un comunicado en solidaridad con el pueblo de Cuba, antes los eventos que ocurren en la isla. La misiva va dirigida al Supremo Gran Comendador del Grado 33 para la República de Cuba. La misiva dice lo siguiente:
“Algún día el pueblo tiene que sacudir el polvo ancestral de la ignominia y el atropello. Caer en dictaduras es fácil consecuencia debida a la ignorancia, tolerancia y a la poca participación de una generación en los ires y venires de la nación… y he aquí la consecuencia. Pero siempre llega el día del despertar, y una sola voz, la del pueblo atropellado e inconforme, se levanta unísono como trompeta celestial, llamando a la batalla en pro de la recuperación de la libertad y los derechos.
Sabemos que el pueblo no está huérfano, pues unas manos fraternales que siempre han existido, salen de la sombra clandestina para enarbolar la bandera de la libertad y ayudar a entronizar la democracia antaño secuestrada. Esta es la función de nuestras logias, esta es la función valiente que los masones cubanos han emprendido, al alzar su voz y guiar a sus connacionales a forjar el glorioso camino del respeto democrático y la realización ciudadana plena de garantías.
Felicitamos y apoyamos plenamente a nuestros Queridos Hermanos cubanos, a izar las banderas que, con vivos colores, iluminarán el camino, como lo hace el arcoíris en el azul celeste”.
La misiva fue replicada por un importante medio masónico internacional, junto con otras cartas de apoyo al pueblo cubano.